Situaciones que en un lugar determinado son norma, se convierten en sucesos extraordinarios con tan sólo cruzar un frontera. Nuestra realidad se transforma en una mentira, su realidad a veces ofende, una intromisión es una grosería. Todo es relativo tan sólo unos quilómetros más allá; ¿TODO?... esto es un problema, pues el mundo es tan pequeño. ¿Toda diversidad ha de ser tolerada?, ¿Existen valores inamovibles o todo se ha de respetar?. Veamos.Ejemplo-1: Paksé. Cuatro turistas blancos encajonados en un camión en el sur de Laos. Ocho horas de viaje rodeados de pequeños laosianos que apenas entienden una palabra en inglés y cuya única forma de comunicación con esos extraños visitantes son gestos y sonrisas. A nuestro alrededor se amontonan personas, sacos, fardos, gallinas, maderas, frutas. Luís me golpea un costado y me señala un enorme y precioso escarabajo que camina aturdido a mis pies: grandes tenazas, azul cobalto con destellos verdes, ancho como la palma de mi mano...Bellísimo. Lo recojo y se me ocurre una broma típica; lo deposito con suavidad sobre la rodilla de Laura esperando ver su reacción. Ella me mira con cara de cansancio harta ya de bromas "selváticas". Lo deja caer con suavidad fuera del camión devolviéndole la libertad y sigue con su libro. Mientras, un nativo ha mirado la escena con asombro: es un campesino delgado y fibrado, de ropa gastada y rostro que delata el haber sudado demasiado toda la vida. El nativo me mira con disgusto y echándose las manos en la cabeza me recrimina mi "bromita". Me enseña el saco que lleva entre las piernas y alucinado contemplo decenas y decenas de escarabajos iguales al prófugo del saco.
Más tarde, ya en Thailandia, me enteré del valor del "bicho". Supe que una vez macerados y puestos en conserva, son un manjar preciado y que muchos campesinos laosianos, víctimas de un feroz comunismo, complementan su mensualidad con el lucrativo negocio del contrabando de escarabajos. Ese campesino observó como un blanco jugaba con la comida de sus hijos y encima celebraba la broma. Que alguien pruebe hacer la misma broma con un "pagés" de Lleida y sus melones...Aun siento no haber entendido a ese hombre...
Ejemplo-2. Walter, ya en Guatemala, es a simple vista un tipo estupendo: amigo de sus amigos, generoso en la barra, buen conversador, sonrisa permanente, chistoso y parece querer a sus hijos. Conozco a su mujer; es la cocinera del Babylone. Esa noche, charlando con él, le pregunto si Rosita está enferma pues llegó tarde por la mañana y con unas ojeras de campeonato. Me explica Walter que ayer estuvo "tomando", (emborracharse hasta la inconsciencia), con los amigos; que como hacía una bonita noche, se llevó a sus amigos a casa para desayunar en la terraza y disfrutar del amanecer. Como buen "hombre" me dice, levantó a su hembra para que les prepara el desayuno a los cuatro. Tuvo que darle un par de voces para que despertara, y más tarde...bueno, es fácil de imaginar el vocabulario con el que describió el resto hasta que se quedó dormido. Cada vez me daba más asco escucharle. Me espetó si en España no funcionaba así. Cada vez menos le dije; por norma, si tratas así a una mujer, lo mas seguro es que acabes muriendo solo. -" Ah! la verga, bien huecos estos españolitos. No saben ustedes tratar a las hembras pues.-"
Me levanté y me fui y nunca más volví a "tomar" con él, por contra, acabé siendo un buen amigo de Rosa, pero aun hoy, me arrepiento de no haber tenido la suficiente cultura y temple como para poder contestarle como se merecía.
Ejemplo-3 Unos años antes, cerca de la frontera pakistaní, entablé una conversación con un musulmán con el que había compartido unas horas de tren. Era una persona educada y culta, y tras las preguntas de rigor: de donde eres, a donde vas, cual es tu trabajo, el de tus padres, tienes hijos, etc, etc, etc..., le pregunté cuantas mujeres tenía. Dos, contestó con orgullo. Le pregunté si tenía problemas entre ellas, cuanto le habían costado de dote. Se lo pensó un rato y me contestó que con el tiempo, la segunda había resultado ser más rentable: paría hijos y no hijas, mientras que la primera, a pesar de ser más guapa y de mejor familia, era una fuente de problemas. Me preguntó cuantas tenía yo. Una, contesté. Ví su mirada de incredulidad, pues con el sueldo que me sospechaba, una sola mujer era bien extraño. -¿Es guapa?, preguntó. Mucho, le dije. Su rostro se iba ensombreciendo. -¿Y cuanto te costó?. Gratis contesté, free, my friend. Calló largo rato y creo que su educación le impidió tildarme de mentiroso, pero cambió de tema....
Hay miles de ejemplos más: el pobre biharí que tuvo que escojer enntre ver morir de hambre a sus dos hijas y en su incultura prefirió ahorcar a la más débil y poder alimentar a una. El marroquí que me ofreció menores en el mercado de Fez, ver un chulo cabrón rodeado de prostitutas heroinómanas intentando convencerte de que los thailandeses son la gente más amable del mundo...
No siempre la diversidad es buena, tal vez me hago mayor pero creo que hay ciertos principios que todos, absolutamente todos hemos de respetar. No se comercia con humanos, no se abusa del más débil. Me irritan estos miles de turistas que toleran lo que no tolerarían ni en su país ni en su persona; si bien es divertido observar y comprender la diversidad del que come escarabajos gigantes y se ha de procurar no caer en la estupidez que hizo un servidor. Si bien hay que tener la suficiente empatía para comprender y ayudar al pobre biharí por más que nos horrorice su acción, creo que se ha de ser inflexible y no reír ciertas gracias aunque estemos fuera de nuestra cultura y costumbres: cuando nos ofrezcan el valor de la novia en camellos o fotografiarnos junto al que sabemos que comercia con menores, maltrata animales o vende mercancía robada o expoliada...( tan sólo hay que abrir los ojos y VER), deberemos negarnos, rechazar esa exótica diversidad....creo
Tal vez me hago viejo y cuarteado...tal vez soy menos tolerante, pero ya no me río con según quien...
