15/8/08

mandalas.....1

Muchos años después me encuentro en una situación... volando sería la palabra. Hacía tanto que no volaba que casi se me había olvidado el sabor de las nubes. Volando fue como pusieron esta poesía de Eugenio Montijo en mi alma. Pensé que nunca podría volver a leerla, pues en algunos momentos, los seres humanos desconfiamos, recelamos o incluso odiamos a la vida. Pero no, la vida está llena de gente maravillosa, sensible, buena y nada codiciosa: no suelen salir en televisión, ni resaltar en el ámbito mediático y por ello parece que no existan para muchos. La verdad es que tan sólo haciendo el intento de volar, notaríamos su presencia. Hacen su trabajo diario de una manera sorda, pero iluminan toda estancia por donde pasan flotando. Gente ingrávida y sencilla...
Conocí a una persona de estas a 9.000km de distancia que me hizo creer que a pesar de haber perdido las alas, éstas vuelven a crecer con un ligero esfuerzo por mi parte... y mi mejor amiga me enseñó con su ejemplo vital, a recuperar la fe en el ser humano; fue entonces cuando creí estar preparado para volar de nuevo.
Para los malos, es muy fácil hacer daño a estas personas: nos aprovechamos de su sensibilidad y bondad, de su falta de instinto de depredación tan habitual entre nosotros, pero si de verdad viéramos la grandeza de su corazón, la fe que tienen en el ser humano o la pureza de sus sentimientos, los Malos tan sólo comprobaríamos que esas ofensas, desplantes o exigencias, no causaron nunca un daño irreparable, pues esas personas tienen el don del perdón y saben que vivir odiando, incluso a sí mismos, es la pérdida de tiempo más absurda que puede hacer un humano. Los malos, al contrario, vengamos las ofensas, respondemos airados a los desplantes, envilecemos el planeta que habitamos, nos complace criticar, y no dudamos en abusar del débil o del ignorante aparándonos en unas inexistentes leyes de la naturaleza.. Es mentira que sólo sobreviva el más fuerte. ¿Quién coño se inventó eso? Si así fuera, sólo habría granito en este planeta. ¿Nadie se acuerda de las mariposas, flores o colibrís que abundan en la "despiadada" naturaleza? Es por eso que la gente mala nunca descansa tranquila, nunca regala sonrisas sin esperar nada a cambio, nunca ven colores en los grises, ni sienten la música, sólo la oyen.
Ahora tengo la suerte de disfrutar de una de esos espíritus. Un alma libre que me hace recuperar poesías perdidas y sentimientos enterrados... es un lujo tener a Marina cerca y quien no sepa apreciarlo debe vivir con los ojos y el alma cerrados. Las personas que vuelan, cuando están cerca de uno, extraen lo mejor de nosotros, su brillo se contagia. Sin duda alguna, el mundo sería mejor si abundaran las personas sensibles, buenas....
La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.