18/3/09

Manikarnika. El ultimo adios





Cuando muere alguien que profesa la fe hindu, sus parientes y queridos se unen en dos emociones: el dolor causado por la desaparicion y el consuelo de quienes saben que el espiritu volvera a otro ser vivo. Un ciclo eterno que configura la vida real, el karma que condiciona el destino. No es un adios completo.
Morir en la ciudad santa y ser incinerado en Manikarnika, el ghat crematorio mas sagrado del hinduismo, es la unica manera de librarse de ese ciclo, a no ser que seas un sagnasi, mueras embarazado, seas un bebe de menos de un anyo o te haya picado una cobra.....
Siempre se ha de ser incinerado para que el espiritu no quede en el cuerpo corrupto; en cada muerte, en cada vida, eternamente, pero en Manikarnika esta la puerta al universo....
Al fallecer en Benares, dire lo que he visto y no se mas, el cuerpo es velado no menos de tres dias en el hogar. Las tiendas alrededor de la casa del difunto, cierran un par de horas tras el fallecimiento. El difunto se unta con gee, se le envuelve en lino blanco y sera velado. Se avisara a los dom para preparar el ritual. Los dom son la casta encargada de los ritos funerarios finales: los encargados de traer la lenya, de pesarla, del mantenimiento del ghat, de la correcta incineracion, de la conservacion del fuego sagrado.
Pasados los dias que se crean oportunos, no menos de tres, el cadaver sera envuelto con telas de vivos colores sobre el lino blanco; siempre en tonos naranjas, rojos y amarillos. Se le cubre con flores rojas, blancas y amarillas y con una especie de serpentinas y telas con ribetes dorados que me recuerdan a las navidenyas. Los dom vendran a recoger el difunto con unas parihuelas hechas de canya de bambu y rellenas de hierba fresca y verde. Los familiares portan sobre sus hombros el cadaver hasta Manikarnika atravesando los estrechos callejones de Vanarasi acompanyados por un par de dom. Entonan canticos y mantras, resuenan campanas y platillos, y la gente se lleva la mano al pecho cuando se cruza con la procesion.
Los familiares acompanyan la procesion velando por el correcto fucionamiento de todo. (Me dicen que algunos dom aprovechan para robar joyas y oro que pueda tener el difunto), pero yo no lo se ni acabo de creerlo. Es facil distinguir al familiar directo, al hijo o al padre, pues ira vestido en su totalidad de blanco y se habra afeitado la cabeza y la cara escrupulosamente.
Manikarnika, visto en su conjunto, puede parecer un lugar fantasmagorico, tenebroso y horrible para algunos, pero puedo asegurar que nunca he visto lugar alguno donde la belleza y muerte se fundan en un todo. Belleza sobrecogedora: tal vez aqui es donde mejor puede entenderse esta descripcion.
El ghat consta de tres hileras de balconadas coronadas en lo alto por el templo de Siva donde arde desde hace 5.000 anyos el fuego eterno. Me comentan que nunca se ha apagado y ya lo dejo a vosotros creerlo o no. De ese fuego custodiado por dom y siempre orado por penitentes y sagnasis, el familiar mas cercano prendera un poco de paja y acompanyado por un dom encendera la pira funeraria.
La parte trasera del ghat es un trasiego constante de pequenyos dom cargados con pesados troncos de madera, de puestos de ceniza de sandalo, barberosm tiendas de te, y vendedores de polvo o serrin de sandalo para los mas pobres. Grandes basculas romanas pesan los aproximados 350 Kg de madera, ya sea de sandalo para las castas altas o tronco de palma para los intocables, necesarios para el rito.
Nuestro difunto ha llegado al ghat: si es de casta baja, sera incinerado a la orilla del rio. Las castas medias ocupan los balcones intermedios y las castas altas son incineradas en unas terrazas con unas vistas preciosas del rio.
Sea cual sea la casta, los dom sumergeran el cadaver en el rio tres veces, eso vi, y por completo empapado, lo llevaran a su pira correspondiente que otros dom se habran encargado de preparar de la siguiente manera: Cuatro gruesos troncos de la madera encargada a lo transversal, y dejando lugar para el oxigeno, colocaran troncos finos, paja y ramas. De nuevo otra fila de troncos, ya no tan gruesos y luego el difunto con la camilla y despojado de las flores. Vuelven a untar el lino con gee, y los familiares destapan la cara del difunto y se hacen fotos con el. Estas fotos colgaran del comedor o sala principal.
Los dom acabaran de cubrirlo por entero de madera levantando una pira de un metro aprox. de alto. Algunos espantan a las vacas que se prestan a devorar las frescas flores mortuarias. El fuego de Siva prendera con facilidad: en ese instante, dicen, Siva recitara el Thantamantra al oido del difunto y liberara su alma para siempre. Mientras, un grupo de dom vela para que se realice la incineracion total, ya sea moviendo las brasas, espantando a los perros que merodean el ghats inferiores, o colocanando los restos de la manera mas propicia. El calor se percibe hasta cinco y seis metros a lo lejos. Caminar entre las hogueras, cubrirte de ceniza, oler a sandalo y a carne a la brasa y esquivar vendedores de opio, hacen de este paseo algo unico; algo que no puede verse en ningun otro lugar del mundo.
Terminado el proceso, otros dom se encargan de transportar las cenizas hasta el rio y tamizarlas: buscan pendientes, muelas, o anillos con los que han engalanado al cadaver. Esos restos seran donados al templo de Shiva y una parte de las cenizas seran introducidas en una una vasija de barro y devuelta a los familiares. No es extranyo ver algun sadhu o sagnasi humeando sus panyuelos en las piras y recogiendo cenizas con las que se embadurnan todo el cuerpo o la cara. Verlos caminar decalzos entre hogueras, con sus telas de colores, bendiciendo a la vacas que ahi se encuentran me desconcierta tanto como la vaca que se ha estirado junto a una hoguera y mira complacida el fuego mientras masca las flores que han caido. El mundo al reves: una vaca mirando como se asa un humano....
Cuando el ghat esta lleno, no menos de una docena de hogueras calientan el aire alrededor del ghat. Los pequenyos dom sudan a mares. Se realizan unas trescientas piras diarias los dias de trabajo medio: gente de toda la India desea ser incinerada aqui y poder limpiar su karma, pues tan solo la conjuncion de morir y ser incinerado en Manikarnika, otorga el don de la liberacion. Como el ghat nunca cierra, las 24 horas esta en funcionamiento, los dom tienen unos curiosos turnos. Un dia entero de trabajo, otro medio para purificarse y lavarse y otro medio para descansar. Y asi durante cientos y cientos..., miles ya de anyos, de generacion en generacion. A pesar de ser una casta baja, tal vez sea la mas exclusiva de la India. Solo un dom puede quemar un cadaver en Manikarnika.
Es caro ser incinerado aqui, los rituales de las castas altas pueden llegar a costar cinco y seis mil euros, asi que pregunto como pueden acceder a ese rito las castas bajas, ya que es una suma inimaginable para ellos. Ahi es donde entra el "hospital" de Manikarnika: el hospicio que llaman ellos.
Nada ha cambiado, incluso me parece ver las mismas caras: dos decenas de parias esperan morir en la mas completa soledad. Una gran sala, sin sillas ni camas. Algunas mantas en el suelo.... y ahi esperan; sobre una manta, en el suelo. Consumidos, sin fuerzas, algunos, ni para espantar las moscas. Las cuencas de los ojos hundidas, los cuerpos apenas contienen pellejo y hueso. Gente que ya no pide, que solo espera una muerte que les hara dejar este mundo terrible. Saben que morir en ese lugar les reservara un lugar junto a Brhama. Que no deberan vivir y revivir miles de vidas oprimidas y pobres. Cuando sus cuerpos ardan en Manikarnika,( en los balcones inferiores, sin flores y con madera de mala calidad), todo habra terminado de verdad. Esa es su fe o su esperanza.
El atardecer le confiere una belleza espectacular al conjunto: la ceniza flota en el ambiente dejandome cubierto de una fina capa de Otros, nuevas barcazas cargadas hasta los topes de madera del Himalaya, de los Ghates, de los bosques de Orissa o de sandalo de Birmania, llegan por el rio y los dom se afanan en descargar esquivando a los tamizadores. El vendedor de losas de piedra para los bebes, sagnasis y embarazadas, (estos no se incineran), charla alegre con un dom ocioso. Un hueso de coxis parece anclado en el barro de la orilla, estos huesos son los mas duros y en las hogueras de casta baja es raro que se quemen del todo. Un perro lo olfatea con desgana. Chisporrotean las hogueras y entre ellas un hombre parece secarse las lagrimas: va con la cabeza afeitada, vestido de blaco y esta en cuclillas mirando absorto el ultimo paso por la vida de un ser querido... El ultimo adios.