Me voy con Mo-e, Petronila y Gema, una amiga que me da cobertura en la divertida y arriesgada misión de llevar a estas dos guindillas al mercado y a nadar. La comunidad de amiguetes nos hemos convertido en una especie de tíos-abuelos-canguros, que damos recreo a los padres tanto de la pequeña Mo-e, como de los patojos más enanos que curiosean en la "extraña" vida de los habitantes de la Comunidad y son hijos cuyos padres tienen negocios cerca de la pensión. Mo-e y Petronila tienen la misma edad y han congeniado mucho. Es fascinante ver a una pequeña hippy trotamundos; ya ha volado en avión más de treinta veces, ha dormido en playas de Thailandia, en comunas hindús, o en modernos edificios japoneses, sintonizar con Petronila; de padres de la étnia tzutuhil, que ha visto los aviones en fotos, que su mundo se reduce al paraíso del lago Atitlán y nunca ha provado otra comida que la típica maya. Una "sólo" habla japonés, inglés e hindú, la otra "sólo" zutuhil y aprendió el español a marchas forzadas al entrar en la escuela.
Miramos como se entienden a las mil maravillas las dos enanas de seis años y pienso que pasaría si la misma situación se sucediese en un estado más adulto; creo que la comunicación prácticamente desaparecería o sería una triste sucesión de tópicos, pero muy al contrario, vemos como una ya empieza a decir palabras en español y a la otra le hace gracia entender las palabras inglesas que hasta ahora sólo escuchaba en boca de los turistas.
Ir al mercado con ellas es un lujo, entre las dos me dicen que fruta es la que está madura, como se comen los icotes, otra me hace ver donde está el cilantro; conocen el valor del dinero, manejan con soltura el enorme cuchillo(en sus manos) de verdulera para repartirnos un melón con la misma facilidad que nosotros pelaríamos un plátano, y mientras se lo comen, disfrutan de una camaradería espontánea e inverosímil(como me he vuelto muy estricto en el tema de las fotos, si no están los padres, ya no hago fotos a niños, y siento además que sacar la cámara en ese momento, rompería todo el encanto. El de arriba es el sobrino de Antonio, un primo de Petronila y me han pedido que le haga unas fotos para tenerlas ellos en el ordenador. Los padres me dicen que estarán muy contentos si el pequeño Edwin figura en el blog).
Miramos como se entienden a las mil maravillas las dos enanas de seis años y pienso que pasaría si la misma situación se sucediese en un estado más adulto; creo que la comunicación prácticamente desaparecería o sería una triste sucesión de tópicos, pero muy al contrario, vemos como una ya empieza a decir palabras en español y a la otra le hace gracia entender las palabras inglesas que hasta ahora sólo escuchaba en boca de los turistas.
Ir al mercado con ellas es un lujo, entre las dos me dicen que fruta es la que está madura, como se comen los icotes, otra me hace ver donde está el cilantro; conocen el valor del dinero, manejan con soltura el enorme cuchillo(en sus manos) de verdulera para repartirnos un melón con la misma facilidad que nosotros pelaríamos un plátano, y mientras se lo comen, disfrutan de una camaradería espontánea e inverosímil(como me he vuelto muy estricto en el tema de las fotos, si no están los padres, ya no hago fotos a niños, y siento además que sacar la cámara en ese momento, rompería todo el encanto. El de arriba es el sobrino de Antonio, un primo de Petronila y me han pedido que le haga unas fotos para tenerlas ellos en el ordenador. Los padres me dicen que estarán muy contentos si el pequeño Edwin figura en el blog).
Esta capacidad que tienen las dos enanas de aprenderlo y absorverlo todo me recuerda a las pequeñas del orfanato antes de pasar por la escuela; sus mentes están abiertas a cualquier tipo de información por contradictoria que sea, aprendían con rapidez a entenderse con los nuevos voluntarios que no sabían nada de español, conocían los secretos de plantas y animales, que raíz es buena para masticar, por donde cortar la caña de azucar, asimilaban el inglés con facilidad... Más tarde, en mi casa y repasando con Clara,(la voluntaria francesa que da clases de medio ambiente en la municipal y que ya se marcha dejándome sus clases), los trabajos hechos en clase por los alumnos de once a quince años, me doy cuenta de que sus respuestas son monolíticas, no muy diferentes en contenido a las que podría darte un adolescente en Europa. También observo que su capacidad para aprender algo nuevo está anquilosada, oxidada...
Así pues, no se trata de un problema de raza o de entorno. Mo-e y Petronia provienen de los dos extremos del mundo, de dos culturas radicalmente diferentes; comidas, religión, clima, todo diferente y sin embargo, no tengo ni una duda de que en poco tiempo de estar juntas las dos hablaría cinco lenguas.
¿ Qué pasa entre esos cinco o seis años y la adolescencia?, ¿ Por qué después nos encontramos esta cerrazón cultural?, ¿ los padres?, ¿ los maestros?, ¿ el sistema?. Está claro que estos niños han sufrido un proceso, y hablo tanto de los europeos como de los zutuhiles, de aletargamiento intelectual, les han aburrido y les han encajonado. Busco la definición de educación.
EDUCACION: Sistema de operaciones por las que los adultos, en particular los padres, ejercitan a los menores de su especie y favorecen en ellos el desarrollo de ciertas tendencias y hábitos. Es por lo tanto un proceso que sirve para mantener el orden existente. La educación es siempre de unos a otros en un entorno concreto.
Ya, ya sé que muchos me direis que para eso están los sofistas y la educación global del hombre, per lo cierto es que algo pasa en ese lapsus de tiempo que quizá es vital para nuestro futuro desarrollo. Me resulta más fácil enseñar cualquier cosa a un niño que a un adulto, harto estoy de escuchar..."porque es así", "porque dios lo hizo así", "yo ya no tengo edad para aprender", "este niño es tonto y nunca aprenderá nada", "un poco de disciplina y mano dura es lo único que necesitan"... Recuerdo la primera vez que me vieron enfadado de verdad en el orfanato...-Es que estos niños de la selva no dan más de sí...pobrecitos.
Me voy a clase a hablar de drogas, educación sexual, inglés, música, política, ecología y sobretodo...... a aprender de ellos...
Los siempre nos hacen reír, los que lloran tan bonito, los que hacen pataletas, los que son terribles pero sin ellos que aburrido seria todo.
ResponderEliminarLos que te roban toda tu vida y cuando los regañas y se ríen de ti.
Los que con su espontaneidad nos dejan a la altura de su talla, los que cuando los bañas, con tres gotas de agua se ahogan, los que corren desnudos por toda la casa y tu tras ellos para vestirlos, los que se ensucian para comer,….Son adorables, me encantan.!!!
Me gusta observarlos e imaginarme ser una como ellos.
Llorando por la calle de hambre, haciendo carreras todo el tiempo, pelearme con mis compañeros de trabajo por los lápices ó por quien tiene la agenda más bonita, sacarle la lengua al jefe un mínimo de veinte veces al día, y cuándo algo me irritara tirarme al suelo a patalear y llorar por toda la oficina despeinada y llena de mocos…. Guauuuu !!!
Es cert Joan , son espongés capaços d’absorbir qualsevol llengua ó costum, i s’ha acomoden a tot.
Per ells no hi ha pasat, per ells tot es nou. Es important que mantinguin molta comunicació amb els pares i tutors i mai enganar-los, per que tot té un per què, una raó, i un motiu.
Estàs en molt bona companyia. Felicitats Lord !!!
LOVE
Se que es agotador mostrarse raudo, despierto, ocupado y preucupado, delante de ellos. Tener que agudizar interés con pinceladas con tendencias de afecto. A mi me gusta pensar con unidad con fragancia a tolerancia y porque no compañarlo con un movimiento suave. Ante tu niños hay que parecer original, genial, el oído a tope para escuchar y el lagrimal bloqueado para dejar derramar la amistad más pura y alegre. Todo lo demás es pura tontería. Pero claro hay que actuar sin guión delante de un público sin afición a veces. Detente, piensa y poco a poco ves cambiando los registros que mejor se adapten saliendo con mayor celeridad expresiones, y precalentamientos de sonrisas. Deja a un lado los sentimientos congelados ; ríe hasta que un día tarde o temprano será tu mayor tesón y tesoro que podrás entregarles, ya que ellos ya lo han hecho sin limitador del control emocional. Lo que más les puede ennoblecer justificar y gratificar és que aprendan a interpretarse a ellos mismos. No dejéis que nunca un niño o niña sean meros actores que pasan por la vida, pasando de camerino en camerino, eso NUNCA. Arranca los disfraces, las expresiones premeditadas y el maquillaje. Entiendo y comprendo que a veces hay momentos que no queda más salida que interpretar un papel pero jamás que sea delante de esos tan apreciados llamados patojos. Todo por minúsculo que sea puede tener un engarce maravilloso que todo lo une. Con amor a todos los patojos con los que luchas para compartir una sonrisa.
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