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Bien, a los dos días de pasear por San Pedro ya encuentro nuevas formas para crecer y aprender; las visitas a las escuelas de idiomas, siempre que me acepten, me permitirán alargar más días mi estancia en el país, ya que este es un trabajo remunerado. Pero lo que me impresiona y me toca la fibra es la visita a la antigua escuela municipal de San Pedro. La escuela está justo al lado del mercado, al pasar junto a ella no puedo dejar de fijarme en los carteles reinvidicativos que cuelgan de su fachada. "NO AL CIERRE DE LA ESCUELA", "LOS PADRES RESISTIREMOS", etc... No tardo en meterme dentro y preguntar por el director de la misma. Me presento, ya tengo un curriculum y una experiencia, y mis datos parecen gustarle. Le pido que me explique su situación.

Don Samuel es un profesor y director ya retirado; me explica que el alcalde quiere cerrar la vieja escuela para ampliar el mercado. En un principio, los profesores se negaron y siguieron adelante con el curso escolar. La nueva escuela ya estaba construida y el alcalde amenazó a los profesores con dejarles sin plaza, como en España también son funcionarios, si no asistían al nuevo centro. Por otro lado, la junta de padres de la vieja escuela creó un movimiento de resistencia y decidieron continuar las clases al precio que fuera.

Don Samuel me narra lo que ellos llaman el jueves negro, fue un 16 de noviembre: una turba de afiliados al alcalde se reunió a las afueras de la escuela y armados con palos, hachas y gatos hidráulicos, entraron por la fuerza en la escuela y lo destrozaron todo; ventanas, techos, aulas... Recluyeron a cinco profesoras y a una docena de madres y padres en un aula y si no hubiera sido porqué dos niños escaparon y tocaron las campanas de la iglesia haciendo congregar a los padres de los alumnos fuera de la escuela lo peor podría haber pasado. Cuando la turba se vio rodeada de un número mayor que ellos, depusieron las armas y la actitud y se retiraron no sin antes proferir amenazas al profesorado y al director.

Mañana tengo entrevista con junta de padres, los tres voluntarios ingleses que imparte ecología y el director; al sondear un poco la opinión del pueblo acerca de mi actitud, encuentro una precaución y unos consejos que....espero no meterme en un lío muy grande.

Desde entonces, la situación apenas ha variado; los alumnos siguen con su curso escolar, los padres se turnan para dormir dentro la escuela en previsión de nuevos desastres y los 311 niños de la escuela apenas disponen de profesores con los que dar las clases. Un grupo de voluntarios japoneses están ayudando a reparar los tejados y otro grupo de ingleses imparten clases de ecología y agricultura sostenible. La charla inflama mi alma llena de sueños locos. Me digo y le comento que este proyecto tal vez esté predestinado a sufrir y a finalizar de mala manera, pues no es sólo una cuestión de educación o medios, sino una cuestión política...y la política y la violencia en Guatemala van de la mano.

Esta noche discutirán en la junta de padres la conveniencia de "contratar" a un profesor foráneo y las consecuencias que puede tener para mí y para la escuela. Me digo que será muy difícil seguir adelante con esto. Los proyectos municipales siempre van de la mano del más fuerte o del más adinerado, pero según me dice don Samuel, el pueblo o la mayoría de él está con ellos.

De momento seguiré con ellos, mi inexperiencia en asuntos de esta envergadura y la violencia con que se manejan estos asuntos en este país me hace ser precavido, pero mañana ahí estaré...si no, ¿ para qué estoy por aquí?...