Ya llegué. El camino hasta San Pedro o hasta el lago Atitlán es aburrido y poco espectacular excepto en su último tramo, cuando empiezas a vislumbrar que te acercas a un lugar especial. Uno queda recompensado en cuanto entra en el interior del lago. Y uno entiende que se proclame como uno de los lugares más bellos de centroamérica.
Es curioso como el trayecto de Panajachel hasta San Pedro, justo en la parte contraria del lago de unos 30minutos a toda velocidad , me cueste casi lo mismo, 20Q, que el trayecto de la barca de voluntarios del orfanato hasta el pueblo, que eran unos 10minutos y lento lento para no gastar...pero en fin....
Cruzar el lago ya impresiona. Este lago nació hace unos 80.000 años cuando los Chocoyos(los volcanes más antiguos) decidieron asolar el lugar. Fue tan violenta su explosión que su ceniza llegó a lugares como Florida o Panamá. Expulsaron tal cantidad de magma y piedra volcánica que la superficie del terreno se hundió bajo el peso de millones de toneladas de esa lava...se hundió más de 300metros. Poco después, en unos miles de años, se fue llenando de agua y nació el lago Atitlán: redondo, perfecto, rodeado de pequeños volcanes y fértil tierra que nacieron como setas a su alrededor. Más tarde nacerían con igual violencia tres colosos más: primero nació el volcán San Pedro, de unos tres mil cuatrocientos metros de altura, justo el que me vigila cuando duermo y a cuya vera se encuentra San Pedro. Eso fue unos 60.000 años atrás; más tarde el Atitlán de más de 35oo metros y el Tolimán de 3158 redujeron la circunferencia del lago hasta los 128kilómetros cuadrados de hoy...pero cuando ves que pequeñas chimeneas del Tolimán siguen desprendiendo humo, la majestuosidad del San Pedro, imponente(foto inferior, el otro es el Tolimán), uno se da cuenta de lo viva que está esta tierra. Parece que los colosos que rodean el lago lo estén protegiendo con sus figuras.
Ya de noche, desde la terraza de mi nueva casa, puedo ver las luces de media docena de pueblos que rodean el lago; Pana, San Marcos, San Jorge, Santa Cruz, Jabalito, Tzunumá, Santa Clara y San Juan. Pequeños pueblos de no más de cinco mil habitantes. Cuesta poco imaginar el lugar apenas 500años atrás, justo antes de la llegada de la pólvora; tribus de Cakchiquel, Quiché y Zutuhil, viviendo con aparente tranquilidad en este lugar sagrado...Tampoco cuesta mucho imaginar el lugar unos 80.000años antes, la violencia brutal desencadenada por la madre tierra cuando se le ocurrió modelar de una manera tan perfecta un lugar donde pudieran descansar su hijos...Deberíamos darle gracias cada día a esta naturaleza tan sorprendente...
Però a tu que et passa amb els vocans ???, sempre recordaré el capìtol Krakatoa, ja, ja, ja !!!
ResponderEliminarOh mira...ho sento !!!!
LOVE