Civilización????

El escándalo de ciertas "ong" ha saltado al circo mediático y como me veo implicado de tanto en tanto con ellas, no está de más escribir alguna explicación...por lo menos para que algunos de mis conocidos dejen de satanizar todo lo que huela a solidaridad.

Considero que todo lector que se precie, el algún momento de su vida ha de acercarse a J. Conrad. Entre sus obras hay un par que resaltan especialmente; "El corazón de las tinieblas", (mala traducción de "Hearth of darkness"), y "Lord Jim". Quien haya leído y entendido la primera de ellas, podrá hacerse una idea de lo que sucede en esos países donde es necesario la presencia de ong.

*1-Casi todos los habitantes del mal llamado primer mundo son conscientes que en el resto del planeta de puede vivir de tres maneras: mal, muy mal, o en estado crítico. Estos habitantes los subdivido en dos grandes grupos: a unos, les importa aunque sea mínimamente lo que ocurre en el exterior y a los otros, no les importa una soberana mierda. A los que les importa también se les puede subdividir.

Unos esperan sacar provecho del subdesarrollo y de la carencia de garantías en los países en vías de desarrollo: provocan guerras, roban, saquean. Otros encuentran un laboratorio y escenario para las más delirantes fantasías, generalmente expatriados. Otros muchos miran con estremecido asombro como los seres humanos nos devoramos los unos a los otros y se revuelven incómodos frente al televisor. Otros, nos acercamos de tanto en tanto, bien por curiosidad o bien para poder comprender como en pleno siglo XXI las diferencias entre los humanos no dejan de ensancharse. Tal vez sea para cerciorarnos de la inmensa suerte que hemos tenido por nacer en un mundo donde el agua es potable, las neveras son útiles y por norma o hay un estado que vela por ti.

A la vuelta de esos viajes no me sorprende que unas madres desesperadas vendan a sus hijos o que unos chavales que deberían estar en lo mejor de su vida, se embarquen en viajes suicidas en busca de un mundo televisivo e irreal. A la vuelta, no me sorprende que sigan existiendo guerras, ni que un diamante valga tanto como la vida del que lo busca. Otros en este grupo no pueden viajar, pero procuran confiar su dinero y esperanza en ciertos idealistas mientras sufren, no lo dudo, por lo cruel del mundo.

Los idealistas son otro subgrupo: suelen ser temerarios, valientes, concienciados. Se embarcan en misiones imposibles como: erradicar el hambre de un país donde las hambrunas son cíclicas, evitar que los humanos se maten entre ellos, cuando llevamos haciéndolo milenios...GENTE. Empresas utópicas o meros parches. !Qué más da¡ Hacen algo.

Kurtz, aparte de ser un mercader al servicio de grandes empresas, es también el fruto de la civilización occidental. En su viaje hasta África lleva consigo la fe y el idealismo occidental que permitirá salvar de la barbarie a las tribus sin civilizar. La civilización, con Kurtz al frente, traerá sanidad, educación, comercio. Pero Kurtz no tarda en sucumbir a su propia barbarie. Conrad nos propone considerar si el monstruo en que se convierte Kurtz es a causa del entorno o ya habitaba en su interior.

Nos puede pasar a todos. Nadie puede esperar estar permanentemente rodeado de dolor y creer que su corazón saldrá indemne. Algunos idealistas sucumben al entorno. La guerra, el hambre, el dolor continuado, la miseria, la pobreza, el olor a gangrena, las miradas permanentes de dolor, la codicia sin límites del ser humano: todo esto puede hacer que el demonio que nunca hubieras pensado que habitaba en ti, surja al exterior.

Vi esa mirada de fanático-idealista en los ojos de la enfermera del Arca de Zoé mientras explicaba sus "loables" razones. Lo vi en una ultra-católica alemana en Guatemala mientras respondía ante mi incomodidad por la cantidad de "Dios" enlatado que debían tragar los niños para poder comer algo sólido. He visto castigar a niños por el mero echo de ser niños... Cuando miro a algunos de estos blancos idealistas me pregunto si serían capaces de reconocerse a sí mismo fuera de ese entorno. Tal vez, como a Kurtz, al reconocerse por fin, prefieran seguir habitando en ese horror conocido.

Hay normas éticas que no aceptan discusión: ni en Guatemala, ni en Etiopía, ni en casa del vecino. Más aún en el caso del los que deben dar ejemplo. Cuando estás en una misión en el "otro" mundo, el sentido ético deve rozar la perfección, aunque nos cueste. Es misión de los otros grupos antes citados, velar por esos idealistas, advertir esas transformaciones a tiempo y salvarlos, pues muchas veces, cuando estás nadando en un mar de mierda, apenas distingues tu dedo de tu culo. Y muchas otras, la frontera que separa el silencio de la complicidad es difusa, cuando debería estar bien clara y delimitada.

Para mí, y esto es personal, no hay disculpas ni perdón para quien traspasa la clara frontera entre lo humano y lo animal. No hay disculpa posible para los Kurtz del mundo, pero si una explicación; primero hay que ir hasta dentro de las imágenes televisivas que tanto nos desagradan. Rodearse de todo lo que se teme, un mundo duro en verdad, y sobretodo, estar preparado por si descubres que en el interior de tu corazón existe una zona oscura que nunca hubieras descubierto de no estar rodeado por las tinieblas....

Joseph Conrad El corazón de las tinieblas (fragmento)"

La tierra parecía algo no terrenal. Estamos acostumbrados a verla bajo la forma encadenada de un monstruo dominado, pero allí, allí podías ver algo monstruoso y libre. No era terrenal, y los hombres eran... No, no eran inhumanos. Bueno, sabéis, eso era lo peor de todo: esa sospecha de que no fueran inhumanos. Brotaba en uno lentamente. Aullaban y brincaban y daban vueltas y hacían muecas horribles; pero lo que estremecía era pensar en su humanidad -como la de uno mismo-, pensar en el remoto parentesco de uno con ese salvaje y apasionado alboroto. Desagradable. Sí, era francamente desagradable; pero si uno fuera lo bastante hombre, reconocería que había en su interior una ligerísima señal de respuesta a la terrible franqueza de aquel ruido, una oscura sospecha de que había en ello un significado que uno -tan alejado de la noche de los primeros tiempos- podía comprender. ¿Y por qué no? La mente del hombre es capaz de cualquier cosa, porque está todo en ella, tanto el pasado como el futuro. ¿Qué había allí, después de todo? Júbilo, temor, pesar, devoción, valor, ira -¿cómo saberlo?-, pero había una verdad, la verdad despojada de su manto del tiempo. Que el necio se asombre y se estremezca; el hombre sabe y puede mirar sin parpadear. "