13/11/07

Hoy estoy de bronca...aviso

Miro como la fría luz de los neones navideños diluyen el cálido ambiente del comedor; las velas se tornan inútiles. Maldigo al alcalde.
Observo con curiosidad la carta que me exime de pagar una multa gracias a las falsas alegaciones que formulé en su día. No me robarán los noventa euros que me impusieron por beber una lata de cerveza en la vía pública; mientras, observo por televisión como catorce mil escoceses beben y se mean en el monumento a Maciá en plena plaza Cataluña ante la pasiva mirada de la policía. Más tarde me entero que el ayuntamiento a promulgado un "paréntesis"(???) en la susodicha ley y permite beber, a los escoceses, durante dos días todo el alcohol que deseen. Vuelvo a maldecir al alcalde.
Barcelona siempre ha sido una ciudad de "botiguers". La "pela" manda. El aspecto es fundamental por más podrido que se esté por dentro.
Todos se apuntan a las fiestas: tenderos, municipios, grandes empresas, medios de comunicación y población en general... algunos por hastío otros por no llevar la contraria, por los niños, por el abuelo que nunca lo vamos a ver....
El mundo está plagado de rituales semejantes: dwhali, ramadán, las ofrendas a Popol, las fiestas de Durga, semanas santas. Sin duda me gustan todas, por lo que representan; la increíble fertilidad de la mente humana, y como tales, entiendo que lo que cree uno en su interior, si verdaderamente lo cree, para él es real. Ya no dudo en ese punto, pero me duele ver como todos los demás, (los arriba citados), nos aprovechamos de la creencia de una minoría para banalizar las religiones. También siento cierto asco por la cantidad de religiosos que aprovechándose de esa banalización de su fe, no dudan en hacer apología de la misma. ¿ Qué valores esperamos inculcar a los enanos de ahora?. ¿Todo vale si eres feliz y ganas dinero?¿ Seguimos enseñando los mismos valores que nos metieron con embudo a nosotros? ¿ Por qué no nos planteamos ciertas cuestiones?.
Las navidades son tan sólo una fiesta religiosa y como tal debe ser entendida, sin más. Que a los ateos, musulmanes, protestantes, hindúes y jainistas que habitan en Barcelona, tal vez se sientan incómodos ante tanta apología y fanatismo religioso: incómodos ante la invasión de plásticos, luces e hipocresía. Que los niños deberían dejar de ser una excusa para que los mayores consumamos sin freno. Que una vez pasen las "fechas" de nada valdrá volver a echarse las manos a la cabeza por el cambio climático, la subida de la luz o la defunción de las tarjeta de crédito....Intenta decir esto y serás retratado como amargado, aguafiestas, etc...¿ De verdad creemos que solo podemos hacer felices a los niños en estas fechas?
Hay días en que me parece estar viviendo en un sueño atemporal: vivo rodeado de tecnología futurista en un mundo clasista, religioso, miedoso y tradicionalista....Es triste saber que ya no se puede ver la tierra donde nos criamos, por más que la sigan iluminando.

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