7/3/08

Cuentos y robots

Un sabio pregrino llega a un pequenyo pueblo. Hay hombres y mujeres en sus calles. Observa como la vida transcurre igual para todos. En una esquina hay un anciano melancolico observando esa vida cotidiana con un deje de tristeza: es el viajero del pueblo. El sabio se acerca a el y le dice: -" Hay un hombre en mi pueblo natal que se ha pasado toda la vida sentado junto al pozo. Es feliz, o eso cree el. Pero tu has oido el agua corriendo por los jardines de Cachemira, y provado los dulces frutos de Kumul, y caminado entre los tulipanes que tinyen las montanyas Celestes. No es eso suficiente?


Uno se cree una persona libre, pero de hecho, mas de la mitad de sus actos son simples acciones o reacciones mecanicas. Cualquier conductor pasa por esa experiencia: uno conduce cientos de quilometros desde el subconsciente; de pronto caemos en la cuenta de que estamos a punto de llegar al destino sin haber reparado en las ciudades que hemos dejado atras. Pese a esa inconsciencia, hemos cumplido con todas las normas de trafico, hemos puesto los intermitentes, respetado la linea continua, repuesto gasolina, adelantado, frenado.... Tal vez nos hemos distraido con un perro aplastado, tal vez...
Me aplico la experiencia a la vida real: despertador, levantarse, desayuno, trafico, falsas sonrisas, conversaciones banales y de trabajo, trabajo, mas trafico, vuelta a casa, dormir. Automatizados.
No somos zombis, pues zombi es un ser cuya voluntad esta poseida por otro. Robot seria mas adecuado. Robot es una palabra checa que significa esclavo.Y asi un anyo tras otro, cumpliendo las reglas; con palabras, gestos y acciones repetidas desde el subconsciente, sin tener un significado real para nosotros y esperar a que se nos acaben las baterias y nos sustituyan por otro robot.....
No hace falta viajar al otro lado del mundo. Ni lograr grandes gestas. Creo, que para sentirnos satisfechos con nuestras actuaciones diarias tan solo debemos darle la categoria y lo importancia que realmente tienen..... Bueno, el maestro Tsimura, por eso es un maestro zen, lo resume con bonitas palabras.

Las acciones de nuestra vida cotidiana, como el despertar, el aseo, o encender incienso, no parecen realmente importantes y, sin embargo, abarcan todo el cosmos....

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