AMIGUETES&CIA

La mayoría de los occidentales que ven esta foto siempre comentan lo mismo: "vaya pandilla!"...Yo sólo veo un grupo de amigos; y si nos paramos a pensar un poco, veremos que estamos observando algo extraordinario.
En nuestro mundo lleno de prisas e inmediateces, donde hemos encontrado mil maneras de medir y acotar el tiempo, encontrar un grullo de colegas de más de cuarenta años; compartiendo el te, charlando, dejando que el tiempo tome su verdadera forma abstracta, es difícil, muy difícil.
Si logramos reunir a un grupo así en occidente, los silencios se tornan incómodos, la búsqueda incesante de un "tema" de conversación convierten toda charla en aburridos monólogos...buscamos el chiste fácil, el fútbol, la mujer, el marido, el trabajo, la hipoteca...poco nos damos cuenta que envejecemos hablando siempre de lo mismo y seguimos evitando el silencio. Un silencio que sólo se puede compartir con una verdadera amistad.
Saberse acompañado en el tiempo y en el espacio por una persona a la que consideras tu amiga, evita que debas pensar de que hablar, pues el silencio o la palabra fluyen con naturalidad, sin pensarlo. Disponer de esos amigos y ese tiempo precioso para compartir creo que será lo que más echaré de menos..
Pues eso vi en ellos. Felicidad por poder tomar el primer te matinal con las personas que aprecias, sin prisas, dejando que los minutos se conviertan en ratos. Durante una semana fue una escena habitual el verlos en perfecta camaradería; cómplices en silencios y sonrisas contemplando el paso de turistas despistados en el laberíntico casco antiguo de Vanarasi...Confiriendo, a mi parecer, uno de los atractivos más auténticos para esos turistas que pasaban sin enterarse frente a ellos...y a pesar de mi pasión por la historia, prefiero pasar el tiempo junto a ellos participando de su ritual, que visitar cien templos del oro, de Siva, o el famoso pie de Visnu.