...una pincelada interior...

Rompiendo miedos...
Yo venga a poner tonterías en el blog y aun no me había presentado. Estoy nervioso, me largo un año a Guatemala para hacer de...de?, qué más da!, y eso supone un cambio total en mi vida. Y tengo algo de miedo...ya va siendo hora que hablemos un poco del miedo, no?
Unos dicen que el miedo es necesario; nos mantiene alerta y prevenidos ante nuevos estímulos o situaciones, que el miedo nos ha hecho evolucionar a lo largo de nuestra historia. Lo dudo.
...La primera vez que sentí miedo era muy chico: sentí miedos sobrenaturales, inducidos y creados por los mayores. Más tarde aprendí a diferenciar el miedo a lo desconocido, al miedo a lo conocido. Sin duda alguna, la madurez hace que recelemos más de lo conocido o creemos conocer, que a lo desconocido.
Ya nadie teme al demonio, a la oscuridad, o al hombre lobo...desde pequeños nos hacen aprender lo que es el miedo, tal vez para que los mayores puedan sentirse acompañados en sus verdaderos temores....A todos nos gustaba caminar descalzos, o nadar muy lejos de la orilla, sentir la tierra en contacto directo con nuestra dermis, desear atravesar la inmensidad azul desconocida...pero los mayores pronto nos advertirán del peligro que corremos ante tal imprudencia... y conforme vayamos creciendo, menos tentaremos a la suerte caminando descalzos por el bosque o nadando hasta que no podamos más...
Es por ello que admiro a los niños, pues sus temores son fundados y terribles: nada hay más tétrico y fúnebre que la oscuridad total...¿ Quién podría no asustarse ante el terrible hombre del saco que aparece dentro de los armarios capaz de devorar a niños que no se terminan la cena mientras los padres duermen el sueño de los?...Me callo...los peques tienen todo el derecho a sentirse horrorizados ante las espantosas pesadillas que les creamos. "No te acerques al pozo pues ahí vive el ogro que corta dedos", "no te acerques al acantilado, pues las brujas se llevan a los niños al fondo del abismo", "pórtate bien oh.."...etc, etc,...
Pero esos temores pasan, crecemos y ya no necesitamos una tenue luz que ilumine y acompañe nuestro sueño. Nos aburre ver el contenido de nuestros armarios, Frankenstein fue apaleado por una horda de energúmenos que no comprendían la Diferencia, y el hombre lobo ha emigrado tras quedarse sin hogar después de los últimos incendios. Tal vez por ello, los mayores nos creamos nuestros propios miedos evitables; una triste nevera con restos de comida podrida, la desaparición inevitable del tiempo, media cama sin hacer durante años, números de colores en extrañas libretas de ahorros...
Creo que esos miedos ideados y tan respetados por la sociedad no son nuestros auténticos temores, pues ellos no moran en nuestro espíritu. Estoy convencido de que los creamos y nos ayudan a crearlos, al igual que nosotros con los menores, para no ver los auténticos horrores de nuestras almas. Los tenebrosos compartimentos donde habita el egoísmo, el racismo, la vejez, el abandono, la debilidad, la soledad total. Sentimientos y miedos que intentamos evitar construyéndonos autenticas fortalezas del terror, y lo que es peor, intentamos atraer a su interior al mayor número de gente, porqué cuantos más compartamos el miedo a lo creado, menos deberemos examinar a conciencia los miedos de nuestro interior..
Cuantas veces escuchamos el "tengo miedo a enamorarme, miedo a equivocarme, miedo a perder, a ganar, a vivir...cuantas veces tememos mostrar al OTRO nuestra mezquindad, celos, egoísmo o ira..tal vez porqué si los mostramos, tomaremos conciencia de lo que en verdad somos...y eso da mucho miedo...no aprobarse uno mismo.
Un día miré en mi interior y descubrí...bueno, los que me conoceis a fondo quizá lo entendereis, y los que no, sólo hay que echarle un poco de imaginación. Miré en mi interior tras una broma del destino y ví...bueno lo que ví lo describió mejor mi escritor favorito cien años antes con acertadas palabras maestras...y a ellas me remito. Llegar hasta el corazón de las tinieblas no es tarea fácil...y mucho menos el retorno...Conrad lo explica así:
-"...Yo he luchado con la muerte. Es el combate menos emocionante que pueda imaginarse. Tiene lugar dentro de una espesa neblina gris, si nada en qué apoyarse, sin nada a tu alrededor, sin espectadores, sin aplausos, sin gloria, sin ese gran deseo de victoria, sin miedo a la derrota, en una atmósfera enfermiza llena de tibio escepticismo, sin mucha fe de tu lado, y mucha menos en tu adversario. Si tal es la forma de sabiduría definitiva, entonces la vida es un enigma mayor de lo que algunos creemos....En cuanto a mí, tuve -por mis pecados supongo- que superar la prueba de mirar en mi interior. Ninguna elocuencia podría hasta tal punto marchitar la fe en la humanidad como su estallido final de sinceridad. Lo vi, lo oí. Fui testigo del inconcebible misterio de un alma que no se reprimía, que no conocía la fe ni el miedo, y que aun así, luchaba ciegamente contra sí misma."-

Y sí, aprendí a mirar a mis miedos a la cara. Aprendí que la muerte y el dolor no son más que cuestiones impredecibles pero seguras de la vida. Y que cuando vuelves del más extraño y complejo viaje que jamás has realizado, sientes que una extraña paz equilibra tu espíritu...De repente descubres con extrema facilidad los miedos ajenos; los evidentes y los ocultos. Te sientes rodeado de temor y desconfianza y nada puedes hacer para solucionarlo, pues cada uno ha de viajar en su interior y librar, o no, esa batalla de observar sus propios miedos...¿atávicos es la palabra???no sé..miraré en el diccionarius...
Y aprendí a rodearme de gente buena, con miedos o sin ellos, pero limpia de espíritu. De diferente pelaje y condición...pero blancos por dentro...y aprendí, aprendí y aprendí de todos vosotros...y ahora tengo el valor, la fuerza, y poseo aun la pequeña dosis de temeridad necesaria como para emprender este viaje...Es por ello que no está de más que os dé las gracias y diga que...miedo??? ¿De qué?..Sólo de mí....